jueves, 14 de febrero de 2013
El monasterio Mater Eclesiae, donde ha anunciado Benedicto XVI que se retirará una vez que deje su cargo de papa, estuvo dirigido desde octubre de 2009 y hasta hace tres meses por la burgalesa Begoña Sancho, una parlanchina monja de la orden de las Salesas, de risa fácil y enorme dulzura. Mater Eclesiae es prácticamente una novedad dentro de la Iglesia Católica porque fue fundado en 1994 por Juan Pablo II, sorprendido por la paradoja de que en el Vaticano no hubiera un cenobio de clausura «para rezar por la Santa Iglesia». La propia hermana Begoña, que estuvo allí acompañada de otra burgalesa, María Paz, lo explica muy claramente: «Es una modalidad muy nueva y muy particular por la que, primero cada cinco años y después cada tres, nos hemos ido turnando diferentes órdenes religiosas: clarisas, carmelitas, benedictinas y salesas».
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